Top Ad unit 728 × 90

Escribir. ¿Para qué?

¿Será posible compartir la soledad?
Permítame descubrirlo con usted.

¡Me ha pedido usted un escrito! En verdad desconozco las causas por las que me ha honrado con su petición. De inmediato me puse a pensar en mi vocación: escribir. Como todo ser humano, en principio, sentí la necesidad de expresarme mediante la escritura; segundo, a raíz de cierta madurez intelectual decidí ser escritor. A lo largo de mi vida creo que me he preparado para ello, aunque ha decir verdad, me he puesto a pensar que no he publicado. Se me viene a la mente aquella frase que ha sido como mi himno de vida:

“La vida tan breve,
El oficio tan largo de aprender,
El esfuerzo tan difícil,
Tan dura la victoria”.

Geoffrey Chaucer.

Precisamente porque la vida es tan breve y uno vive con prisa (así lo dicta la vida cotidiana en la cual como sociedad nos encontramos inmersos), y ante tal actitud de inmediatez fue que quise encontrar un escrito y entregárselo. ¡Y mire que no pude por pudor! Mas hago un esfuerzo.

Buscando entre mis apuntes encontré éste fragmento que me permitirá delimitar mi naturaleza como escritor: lo escribí según consta en mi relación de artículos un 3 de julio del 2003:

“Los archivos del alma no tiene índice, a lo sumo un par de palabras clave. Probablemente no haga falta más. Imagino veces que eso es lo único que le interesa a Dios. Sólo las grandes líneas. Emborronamos el lienzo blanco y no alcanzamos a ver más allá de la porquería que dejamos atrás, mientras Él, artista creador como es, retrocede un par de pasos y sabe apreciar en ello inmediatamente una representación. Si Él consigue descubrir mi retrato en la cuidadosa caligrafía que voy dejando atrás, esa es la mejor prueba de su existencia. Siempre pensé que uno, siendo como Yo, debería dibujar su vida en los márgenes, sin que llame la atención. Más ahora que miro atrás el ojo se me detiene ante todo, en las páginas en blanco”.

Artur Japin.

Como observará, tengo una tendencia al gusto, no sólo por la escritura sino también por la pintura. Ahora bien, uno puede hacer con sus escritos lo que quiera: publicarlos o quemarlos, escribirlos o no, guardarlos o no, modificarlos o no… bien, le pido de favor vuelva a leer el fragmento y cambie la palabra Dios por su nombre: deseo que ese sea el nivel de nuestra relación. Es por ello que en vez de entregarle un escrito al azar, mas bien deseo que en éste nuevo lienzo (sea ésta nuestra relación), intelectual, y sin pretender ya dibujar mi vida en los márgenes sino donde sea prudente; con el fin de buscar, no el aislamiento, sino ¡Encontrar la soledad!

Es por ello que he escrito ésta epístola. He pensado mucho qué escribirle, observo el lienzo y no se cuál debiera ser la naturaleza del trazo y su color:

“El papel en blanco,
La tinta y la pluma
Me aterrorizan.
Sé que se alían
Contra mi voluntad
De escribir”.

Cocteau.

No me refiero con la cita al acto mismo de escribir y su método, pues contrario a lo que quiso expresar Cocteau, a mí me agrada y entusiasma escribir, ¡A cada momento escribo! Por ese lado tengo una actitud de exhibicionismo.

Más bien me aterroriza la idea de escribir sobre mí. Como decía, siempre quise dibujar mi vida en los márgenes del lienzo. ¡Y es que mi vida en verdad me dolía! Anhelo que usted sea mi opio:

“Mi corazón es como una ánfora
Que cae y que se parte…
Tu silencio lo recoge y lo guarda, roto, en un rincón…
Mi idea de ti es un cadáver que el mar trae a la playa…,
Y mientras tanto,
Tú eres la tela irreal en que yerra mi arte el color…”

Pessoa.

Espero acepte usted ese deseo que tengo.
Escribir. ¿Para qué? Reviewed by abner pantoja on 20:18 Rating: 5

No hay comentarios:

All Rights Reserved by Bocetos Sabinistas © 2014 - 2015
Powered By Blogger, Designed by Sweetheme

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Con la tecnología de Blogger.